Las calderas de gas son sistemas de calefacción que utilizan cualquier tipo de gas (gas natural, propano, o los venideros como biogas, biometano, ecogas e hidrógeno) para generar calor en un hogar o un edificio. Estas calderas han evolucionado considerablemente a lo largo del tiempo, convirtiéndose en una opción popular debido a su eficiencia, comodidad y precio.
Este transfiere ese calor al agua que circula por el circuito de calefacción, y que se distribuye para calentar el ambiente y proporcionar agua caliente sanitaria.
En estos momentos, todas las calderas son estancas de condensación, mixtas para la producción de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS), con rendimiento de hasta el 106% debido al aprovechamiento del calor residual de los productos de la combustión con ahorros del 35%.
¿Qué son las calderas de gas?
Las calderas de gas son dispositivos que funcionan mediante la combustión de gas para producir calor. Este calor se utiliza para calentar agua o aire, proporcionando calefacción a través de radiadores, suelos radiantes o sistemas de aire acondicionado.
El proceso de funcionamiento de una caldera implica la combustión del gas para calentar el agua que circula a través del sistema de calefacción, proporcionando así calor a los radiadores y agua caliente a los grifos.
Cómo funciona una caldera de gas
Las calderas de gas natural juegan un papel fundamental en el suministro de calefacción y agua caliente en muchos hogares. Uno de los tipos de calderas más comunes es la caldera de condensación, que aprovecha el gas natural para generar calor y agua caliente sanitaria.
Funcionamiento de la caldera de gas natural
El funcionamiento de una caldera de gas se basa en la combustión del gas, que tiene lugar en la cámara de combustión.
El gas arde en un quemador, liberando calor que calienta un intercambiador.
Este transfiere ese calor al agua que circula por el circuito de calefacción, generando vapor que se distribuye para calentar el ambiente y proporcionar agua caliente sanitaria.
Este proceso genera humos que deben ser expulsados mediante una tubería de evacuación.
Tipos de calderas de gas
Existen diversos tipos de calderas de gas, como las calderas estancas, mixtas o de condensación, cada una con sus propias características y funcionamiento.
Las calderas estancas, por ejemplo, son herméticas y toman el oxígeno necesario para la combustión del aire exterior, evacuando los gases resultantes a través de un conducto de humos.
Por otro lado, las calderas de condensación aprovechan el calor latente del vapor de agua condensado, proporcionando un mayor rendimiento y un menor consumo de gas en comparación con otros tipos de calderas.
Calderas según el sistema de combustión
Las calderas de gas se pueden clasificar según el sistema de combustión que utilizan. Los sistemas de combustión se refieren al lugar donde se realiza la combustión, pudiendo ser esta atmosférica o estanca.
Calderas estancas
Las calderas estancas realizan la combustión en una caja cerrada, sin contacto con el aire del ambiente. Para ello, utilizan un ventilador que impulsa los gases de combustión al exterior.
Estas calderas son más seguras que las atmosféricas, ya que no contaminan el aire interior de la vivienda. Además, son más eficientes energéticamente, lo que se traduce en un menor consumo de combustible.
Calderas atmosféricas
Las calderas atmosféricas realizan la combustión en una cámara abierta, utilizando el aire del ambiente.
En España, la instalación de calderas atmosféricas está prohibida desde el año 2007. Esto se debe a su elevado nivel de contaminación y a su deficiente seguridad.
Calderas según el funcionamiento
Las calderas de gas natural se pueden clasificar según su funcionamiento, consumo y rendimiento.
Calderas de condensación
Las calderas de condensación son las más eficientes energéticamente, ya que aprovechan el calor latente del vapor de agua que se condensa en el interior de la caldera. Esto les permite alcanzar un rendimiento superior al 90%, frente al 80-85% de las calderas estándar.
Las calderas de condensación son una buena opción para reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO₂. Además, pueden suponer un ahorro significativo en la factura de gas.
Calderas estándar
Las calderas estándar son las más antiguas y menos eficientes del mercado. Su rendimiento se sitúa entre el 80 y el 85%, por lo que consumen más combustible que las calderas de condensación.
Son la opción más económica que las calderas de condensación, pero su consumo es mayor y, por lo tanto, su impacto en el medio ambiente también es mayor.
Gas natural y su uso en calderas de calefacción y acs
El gas natural es ampliamente utilizado en calderas de gas debido a su eficiencia energética y bajo impacto medioambiental. Este se quema en el proceso de combustión para calentar agua, generando vapor que se distribuye para calefacción y agua caliente. Es crucial comprender el proceso de combustión del gas, el calentamiento del agua y la evacuación de humos para garantizar un funcionamiento seguro y eficiente de las calderas de gas.
Calderas de gas propano
Las calderas de gas propano son sistemas de calefacción que utilizan gas propano como fuente de combustible para generar calor. Estas calderas son una opción popular en sitios donde no hay acceso a gas natural, ya que el gas propano es una alternativa más económica y eficiente en comparación con otros combustibles como el gasóleo.
El gas propano es un combustible limpio y de alto rendimiento, lo que permite que las calderas sean muy eficientes en la generación de calor para calefacción y agua caliente sanitaria en el hogar.
Partes de las calderas de Gas
La caldera de gas está formada por una serie de componentes que trabajan de forma coordinada para conseguir este objetivo.
Cámara de combustión
La cámara de combustión es el lugar donde se produce la combustión del gas. En ella, el gas se mezcla con el oxígeno del aire y se enciende, generando una llama. La temperatura de la llama puede alcanzar los 1.500 grados centígrados.
Quemador
El quemador es el encargado de provocar la combustión del gas. Se trata de un dispositivo que inyecta el gas en la cámara de combustión y lo enciende. Los quemadores pueden ser de diferentes tipos, pero los más comunes son los quemadores atmosféricos y los quemadores de premezcla.
Circuito de humos
Los gases de combustión producidos en la cámara de combustión son conducidos por el circuito de humos hasta la caja de humos. En la caja de humos, los gases se enfrían y ceden su calor al agua.
Caja de humos
La caja de humos es el lugar donde se acumulan los gases de combustión antes de ser expulsados al exterior. La caja de humos debe estar bien aislada para evitar que el calor se pierda.
Retorno de agua
El retorno de agua es la tubería que conduce el agua fría de vuelta a la caldera. El agua fría puede provenir de los radiadores, del acumulador de agua caliente sanitaria o de cualquier otro punto de la instalación.
Salida de agua
La salida de agua es la tubería que conduce el agua caliente desde la caldera hasta la instalación. El agua caliente puede utilizarse para calefacción o para agua caliente sanitaria.
Circuito de agua
El circuito de agua es el sistema de tuberías que transporta el agua fría y caliente por la instalación. El agua caliente se calienta al pasar por la caldera y luego circula por el circuito de agua, calentando los radiadores, el acumulador de agua caliente sanitaria u otros puntos de la instalación.
Beneficios de las Calderas de Gas:
- Eficiencia: Calientan rápidamente los espacios con un mecanismo eficaz.
- Ecología: El gas natural quema de manera más ecológica, evitando la generación de residuos como cenizas.
- Compactas: Diseñadas para optimizar el espacio, se instalan discretamente.
- Asequibles: Representan una opción rentable frente a otros sistemas de calefacción.
- Control y Confort: Equipadas con contadores y termostatos, permiten un ajuste preciso del gasto energético y la programación de temperaturas según las necesidades del hogar.
- Durabilidad: Ofrecen una larga vida útil comparada con alternativas de calefacción.
Limitaciones de las Calderas de Gas:
- Mantenimiento Anual: Es aconsejable realizar limpiezas periódicas para su óptimo funcionamiento. Al igual que el resto de tipo de calderas.
- Preparación de Radiadores: Se sugiere purgar los radiadores antes del invierno para garantizar su eficiencia, cuando sea necesario.
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